Vigorexia: moda

Antes de abordar este tema a fondo, es necesario realizar una breve descripción de lo que hoy en día conocemos por Vigorexia.

Evidentemente se trata de una adicción al ejercicio, un Trastorno Obsesivo Compulsivo que nos lleva a querer ejercitar nuestro cuerpo en cada momento. Por lo que hablamos de un tipo de trastorno de la conducta alimentaria (TCA).

Pero, ¿qué perfil tiene una persona que padece vigorexia?

Normalmente son personas que hacen mucho ejercicio físico, aunque el objetivo de estas personas no es hacer deporte para estar más sano, sino que lo transforman en una obsesión por construir más músculo. Suelen dedicar mucho tiempo al ejercicio por lo que se aíslan de la sociedad, del trabajo, incluso de la familia. Sólo tienen un pensamiento: ENTRENAR.

Según un estudio de Baile (2005) y Pope (2002) estas personas presentan una alteración de su imagen corporal en la que se ven muy delgados y débiles. Esto les lleva a mantener dietas estrictas y a utilizar fármacos perjudiciales para la salud.

En dichos estudios, se utilizó un cuestionario llamado “Complejo de Adonis” que consta de 13 ítems con 3 opciones de respuesta y en el que se valora el grado de preocupación que un sujeto siente por su apariencia física y hasta qué punto puede influir negativamente en los demás aspectos de su vida. Dependiendo de la puntuación que se obtiene, los datos dan una información directa de la imagen corporal que el sujeto tiene de sí mismo y en qué medida le afecta. Los resultados indicaron que una persona que presente altos niveles de vigorexia, suele tener bajos niveles de Extraversión, Apertura o Amabilidad, pudiendo deberse a la diferencia que existe entre cómo le gustaría verse y cómo se ve, de la misma manera que esa persona también pueda manifestar altos niveles de Neuroticismo, dimensiones que impiden tener un correcto desarrollo social.

Una solución que propone este artículo para erradicar la vigorexia es dar información sobre el modelo estético actual.

Pensamos que no sólo es necesario informar sobre el modelo estético actual sino que también es fundamental trabajar lo que aporta el deporte a la persona sobre el estado de salud, independientemente de que esté más o menos fuerte. Y vamos más allá aún: ¿qué lleva a la persona a tener esa preocupación excesiva por su físico a través del deporte? ¿Cuál es su motivación y su causa? ¿Qué emociones le conducen a tener esa obsesión? ¿De qué forma podemos ayudarla a establecer un punto de equilibrio entre la imagen corporal y la salud? Como siempre, la educación y entender a la persona es una parte muy importante de este abordaje. Por supuesto, esto requiere de un trabajo interdisciplinar importante.

El deporte es salud y debemos tenerlo presente siempre. Así como nuestras emociones están detrás de nuestras acciones; aprendamos a conocerlas.

Fuente: http://nortesalud.com/vigorexia-moda/

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